Una madre psicópata con aires de artista comienza a sacarle
fotos a su hija. La niña experimenta como una flecha el pasaje entre el cariño
y el dolor. Ser niña y ser mujer. Su abuela es el único refugio ante esa mujer
que solo piensa en si misma y poco le importa lo que siente su hija.
Una familia totalmente disfuncional donde se mezclan las
necesidades cotidianas y comunes de la niña como el hecho de jugar a las
muñecas y los delirios de la madre fotógrafa que considera a las demás personas
como seres que están en un nivel inferior; eleva a su hija por encima de todo
eso sacándole fotos en una primera instancia ocultándolo bajo lo lúdico y luego
casi como un trabajo pornográfico.
Este vuelo mezclado con necesidad hará que la niña caiga al
vacío y sea presa de esa sociedad que juzga y castiga en todo sentido. Un
relato cruel, sincero de una parte de nuestra sociedad que también sangra y
sufre. Una destrucción de una vida, o el nacimiento de otra, ser princesa o ser
una simple niña, el debate de todo el film.
Una actuación impresionante de esta joven actriz.
En este viaje el cometido es ser princesa, vivir, ser y
parecer como tal, pero el costo es altísimo, que quizás la niña no esté
preparada para pagar, y lo peor de todo es que no hay salida de emergencia, los
príncipes no pueden escapar y no vendrá nadie a rescatarlos, no es cuestión de
honor, sino de realidad. Acá no hay sapos que se transformen en príncipes, pero
si ranas hambrientas de glamour.
Eva Ionesco también dirigió_
La loi de la forét (2004)
Trailer_
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